Dios también le exaltó (a Jesús) hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. Filipenses 2:9-11
El nombre de Jesús significa “Dios salva”. Jesús mismo es la salvación de Dios (Lucas 2:30); es el Dios que salva. Su nombre expresa su misión, el motivo de su venida al mundo.
«¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!», suplicaron diez leprosos (Lucas 17:13).
«¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí», clamó un ciego (Marcos 10:47).
«¡Señor, sálvame!», rogó Pedro. «¡Señor, socórreme!», imploró una mujer (Mateo 14:30; 15:25). Jesús respondió a cada uno de ellos, y aún hoy continúa respondiendo a todo el que clama a él. Para ser salvos de nuestros errores y pecados hay que ir a Jesús por la fe.
Jesús…Ese nombre evoca la humanidad y los sufrimientos de Cristo. Fue contradicho, le tendieron trampas y, por último, fue crucificado. Pero, misterio del amor de Dios, por medio de su muerte Jesús vino a ser el Salvador del mundo. Al ser crucificado cumplió la obra de la salvación, «habiendo él llevado el pecado de muchos» (Isaías 53:12)
Cuando Jesús vino a la tierra fue despreciado y rechazado, y sigue siéndolo aún hoy por todos los que no creen en él. En cambio, para los que creen en Jesús, ese nombre expresa dulzura, amor y gloria. Pronto todos tendrán que reconocer la grandeza y la majestad de ese nombre.
¿Quién es Jesús para mí?
Tomado del libro devocional “La Buena Semilla”